Con un control electrónico de la velocidad del motor se consigue que el ascensor funcione de forma más suave. Lo notarás a lo largo de todo el viaje y en la precisión de paradas. Esta suavidad ofrece una mayor estabilidad dentro de la cabina, mejorando la seguridad en su interior.
Al ser posible controlar el motor de forma tan precisa se optimiza el uso del mismo y, por tanto, su consumo eléctrico. Además, se ahorra energía en el frenado del ascensor, con menor uso de los frenos de la máquina.
La optimización general de la velocidad del motor repercute también en su durabilidad. En vez de estar sometido a un esfuerzo máximo constante se minimizan estos casos, reduciendo las sobrecargas y el desgaste. Y esto no sólo afecta al motor, los frenos, cables y otros componentes también se benefician de ello.
Si tu ascensor es antiguo quizás necesites además del variador cambiar el motor. Un motor nuevo aprovechará todas las posibilidades del variador electrónico y te ayudará a ahorrar energía y reducir el mantenimiento. También es una buena idea la renovación de la maniobra, que es el elemento controlador de todo el sistema del ascensor y que puede venir con un variador incorporado.
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